Rodolfo Ezquer (fotografía:Leonardo de la Zerda - Prensa FRT)
¿Cuántas veces no habremos escuchado esa canción tan conocida de Fito Páez que dice “la vida es una moneda”? Y aunque a veces parece imposible de creer, la vida profesional de Rodolfo Ezquer comenzó de esa manera.
Después de haber salteado ese paso se convirtió en investigador del CONICET, árbitro de revistas internacionales y coordinador de uno de los centros de investigación de la UTN, entre otras notorias actividades.
Luego de 31 años transitando los pasillos de la facultad, dialogó con Prensa FRT.
- ¿Desde qué año forma parte de la FRT?
- Yo ingresé a la facultad en el año 1980. Vine a trabajar como auxiliar en Física con el profesor García.
- Ocupó varios cargos en la Facultad.
- Digamos que sí. Fui auxiliar docente, profesor adjunto, profesor asociado, hoy profesor titular, he formado parte del Consejo del Departamento de Ciencias Básicas y además fui el primer Secretario de Ciencia y Tecnología de la Facultad. Después me desempeñé en la misma área como Coordinador de Investigación del 2001 al 2007. Actualmente soy miembro del Consejo Asesor de Ciencia y Tecnología del Rectorado y miembro de la comisión de posgrado del Rectorado de la UTN.
- ¿Cómo la ve actualmente a la facultad?
- Tiene un franco crecimiento con una pendiente positiva, particularmente en lo que respecta a Ciencia y Tecnología que es el campo en donde estoy involucrado, la FRT ha crecido mucho. En el año 1997 en la FRT había aproximadamente entre doce y quince docentes que hacían investigación, el único centro era el CEDIA y en el 2004 cuando fue el proceso de categorización de los docentes, conseguimos categorizar más de cincuenta docentes y se creó el grupo GASUR en el mismo año, que luego se llamó CIASUR. No cualquier Regional de la UTN tiene dos centros como esta.
Además, con una política muy decidida asumida desde el rectorado ha crecido mucho el área de investigación. Tenemos muchos estudiantes becarios que participan de los proyectos, contamos con varios proyectos y hace cosa de un mes recibimos un e-mail del rectorado en donde nos informaron que la universidad argentina había sido sometida a un proceso de evaluación por instituciones del exterior para ver cómo había evolucionado el área de investigación, ciencia y tecnología desde el año 2004 al 2009. La conclusión era que las dos universidades que más habían crecido en ese período eran la Universidad Nacional de Cuyo y la Universidad Tecnológica, con un fuerte ímpetu, asumiendo mayores compromisos, lo cual es muy promisorio y alentador.
- ¿Tuvo que enfrentar algún desafío u obstáculo en su tarea de coordinador de un área de investigación?
- Desafíos se enfrentan siempre, a veces uno cree que hacer investigación a primer nivel es una cosa simple. En nuestro caso, implica compromisos muy fuertes con gente del exterior y allí uno siempre tiene que responder y estar a la altura de las circunstancias, eso significa mucho sacrificio. Nosotros tenemos antenas que miden las 24 horas todo el año, con vacaciones incluidas. En el mes de enero la gente que trabaja en investigación tiene que tomar las medidas para que eso siga funcionando, entonces uno no puede decir “tengo treinta días de vacaciones”, no, tengo diez, quince días.
Son cosas que uno tiene que hacer para estar a la altura de los desafíos que se propone.
- ¿Cuantas horas le demanda su trabajo diario?
- En mi caso todo día porque soy investigador principal del CONICET y estoy todo el tiempo en esto y si no estoy en casa corrigiendo parciales. Uno se tiene que abocar a esto.
Durante la entrevista (fotografía:Leonardo de la Zerda - Prensa FRT)
- ¿Cómo influye su actividad profesional en su vida familiar?
- Tiene sus momentos gratos en el sentido que cuando uno alcanza sus logros toda la familia se siente contenta. Pero también tiene su parte dura porque yo como investigador y docente tengo vacaciones en enero, pero a la vez trabajo con gente del hemisferio norte que en enero están en plena actividad y muchas veces asistí a congresos, reuniones y seminarios que se hacen en este mes; conclusión: las vacaciones de la familia son sin mí o no las hay, ese es el precio que se paga.
- ¿Cómo está integrada su familia?
- Mi esposa que es psicóloga y mis dos hijos que ya son médicos, uno vive en Tucumán, se está especializando en Urología y ganó hace poco un premio en Buenos Aires y el otro en Buenos Aires haciendo su especialización en Pediatría.
- ¿Qué diferencia encuentra entre la UNT y la UTN?
- Nuestra facultad adolece de espacio, nuestro centro tiene un lugar reducido y tenemos mucho equipamiento gracias a los aportes del rectorado y no tenemos donde trabajar. La UNT, en su laboratorio de Ionósfera nos permite trabajar y lo hacemos en conjunto. Es un solo grupo humano con el que juntamos las fortalezas de cada institución, que es justamente lo que pide la CONEAU y eso es lo que logramos con todo esto. Además, se firmó un convenio tripartito entre ambas universidades y Roma.
- Cuénteme acerca de este convenio.
- En realidad este convenio viene a darle un marco formal a lo que viene sucediendo desde hace mucho tiempo, la cooperación entre los colegas de Roma y Trieste (Italia) con la FRT y la UNT existe desde hace varios años y se da porque la gente quiere trabajar en conjunto y tiene sus objetivos científicos claramente definidos. Esto se dio en forma natural y lo que hicimos fue darle un marco de referencia y esto lo que hace es abrir el panorama para que puedan participar la otras ingenierías, porque se refiere a todas las actividades que realiza el Instituto Nacional de Física y Vulcanología de Roma que es un instituto muy grande que cuenta con más de mil investigadores. Este convenio lo hicimos luego de obtener muchos resultados positivos, ahora apuntamos a integrar otras disciplinas de investigación.
- ¿Qué es ser árbitro de una revista científica?
- Cuando uno hace investigación tiene que tener en cuenta que debe llegar a plasmar lo que hace en un artículo científico, debo escribir lo que hice de manera tal que cualquier otro científico pueda entenderlo. Hay revistas que publican sin arbitraje, hay otras en las que solo se puede publicar si su trabajo pasa un filtro de evaluación, lo van a leer especialistas sobre el tema, van a opinar y dirán si es publicado o no. La misión del árbitro es evaluar la calidad científica o tecnológica del trabajo, tiene que ser alguien especialista en el tema y debe hacer una evaluación objetiva de lo que está leyendo y dar su opinión.
- ¿Cómo llegó a ser árbitro de varias revistas internacionales?
- Lo que uno hace, lo publica. Yo mandé mis escritos, me sometí al examen y fui consciente de que me sometía a un dictamen muy duro. Un día, el dueño de una revista a donde yo había mandado un trabajo me envió una carta invitándome a ser árbitro. Actualmente, me envían las notas y yo opino.
- Cuénteme acerca de su experiencia en el CONICET.
- Antes de recibirme me inscribí en una convocatoria para becarios del CONICET en el año 1978. Los alumnos tienen que presentarse con un director que lo va a dirigir, con una institución que lo avale y dé lugar para investigar, con un plan de trabajo y con sus antecedentes.
Yo me presenté, accedí a la beca y fui becario de iniciación durante dos años, luego becario de perfeccionamiento y luego ingresé a la carrera de investigador a través de un examen y luego pasé a ser investigador asistente. En ese momento desarrollé mi tesis doctoral y después fui ascendiendo de acuerdo a mi producción. Ahora soy investigador principal.
- ¿Tiene algún hobbie o profesión?
- Me gusta tocar la guitarra y cuando era estudiante tocaba el bajo en un grupo que se llamaba “Sacrificio”, en Tafí Viejo, con el que hacíamos música de Los Beattles, de los Bee Gees. De los integrantes de la banda hoy uno es ingeniero, uno es cura y estaba mi hermano.
Ahora toco la guitarra en mi casa, pero se me ocurrió hacer un recital en algún momento aquí en la FRT.
- Siendo Ud. de Tafí Viejo, ¿cómo llegó al Liceo Militar General Paz de Córdoba?
- Cuando era chico me gustaban mucho las armas y los aviones, mi padre veía eso y pensó que quizás me podía interesar la carrera militar. Como antes que yo fue un chico de Tafí, mi padre conversando con su padre se interiorizó. Me comentó y me preguntó si me animaba a ir, le dije que sí y apenas terminé el sexto grado, el día de la fiesta de fin de año ya estaba en Córdoba rindiendo durante quince días matemática y castellano escrito y oral.
Luego pude ingresar y terminé como Subteniente de Reserva, pero mi objetivo era continuar en la Escuela de Aviación. Estando en el liceo me seleccionaron para formar parte del equipo de tiro de segundo al quinto año para participar de las competencias. Eso me generó un problema, ya que tirando con el fusil me quedo un traumatismo acústico que me impidió entrar a la escuela de aviación. En ese momento, del Liceo se podía pasar directamente a la escuela sin tener que rendir ninguna materia, pero bueno, esto me lo impidió. Yo en ese momento tenía 17 años y sentí como si me hubieran abierto el piso. Después de estar cinco años en el Liceo, solo en Córdoba para luego no poder ingresar a la Escuela de Aviación. Yo nunca había pensado en ingresar a la universidad, jamás había pasado por mi mente.
- ¿En qué momento se conecta con la Física?
- Me enteré en el mes de febrero que no ingresaría en la Escuela de Aviación, entonces me encontraba en la pampa y en la vía. Me seguían interesando los aviones, entonces le dije a mi papá si podía seguir viviendo en Córdoba para estudiar Ingeniería Aeronáutica, a lo que él me respondió “si vas a ingresar a la Universidad, quedate a estudiar aquí en Tucumán”. Entonces tenía que decidir que iba a estudiar y cualquier cosa me daba lo mismo, ya que yo no había pensado en la idea.
Bueno, comencé a pensar en que materias me había ido bien durante el secundario y como una de ellas era matemáticas pensé que quizás la alternativa estaba en estudiar alguna ingeniería, así que me dirigí a la Facultad de Ciencias Exactas. Allí comencé a descartar la Matemática, la Ingeniería Química por preconceptos que tenía. Y estaba entre dos carreras de las cuales no tenía idea de que se trataban: Ingeniería Eléctrica y Física. Ya cerraban las inscripciones y yo no me decidía, entonces empecé a pensar en algo que me ayude a decidir, algún recuerdo o alguna enseñanza que me haya resultado importante y me acordé de un profesor de segundo del liceo, que enseñaba historia, era muy ameno y sabía tomar las pruebas con verdadero o falso. Recuerdo que se indignaba cuando nosotros no completábamos ningún casillero en alguna pregunta y nos decía “el día de mañana ustedes van a ser oficiales de infantería, se supone que tendrán por lo menos cien hombres a su cargo y si están en combate no van a estar ustedes solos sino su compañía y van a tener que tomar decisiones, buenas o malas pero las van a tener que tomar porque si no las toman seguro que los matan, va a caer la sección, por ende la compañía y detrás de eso el batallón. Y en su lenguaje castrense siempre decía “y si tiene que tomar una decisión y no hay mate para pensar, hay monedas para revolear”.
Tiré la moneda y salió Física. Fui al instante y me inscribí.
- ¿Y una vez que ingresó?
- Al principio estaba perdido, pero si bien en Matemática me iba bien, al principio me resultó durísimo porque no era egresado del Instituto Técnico como mis compañeros.
Así que tuve que apretar los dientes, poner el objetivo y estudiar hasta que con el tiempo me fui dando cuenta de que se trataba.
- ¿Le queda alguna cuenta pendiente?
- Creo que no, al menos profesional. Aunque quizás sí, armar un grupo musical y seguir cantando (risas).
Laura Melis Bonetti
SOBRE EL ENTREVISTADO:
Títulos académicos obtenidos:
Grado académico máximo: DOCTOR EN FISICA (UNT).
Tesis doctoral: Estudio del comportamiento del contenido electrónico ionosférico sobre Tucumán. Su modelado a partir de mediciones de ionosondas.
De grado: LICENCIADO EN FISICA (UNT).
o BACHILLER UNIVERSITARIO EN FISICA (UNT).
Comentarios y sugerencias: relacionesinstitucionalesutnfrt@yahoo.com.ar